
Un joven inspector de policía, que viene de investigar un secuestro de ETA en el que ha sido asesinado el rehén, trabaja en el caso del futbolista. Lo hace bajo la presión de sus graves problemas familiares –su pequeña hija manifiesta síntomas de una evolución anormal, sin que los médicos acier- ten con el diagnóstico– y rodeado de un ambiente en el que muchos com- pañeros tampoco simpatizan con la democracia.
Esta novela refleja los momentos más duros de la Transición española y recuerda que la recuperación de la democracia no fue un cuento de hadas. Días sin tregua es una novela negra en la que los sentimientos tie- nen tanta importancia como la acción.